viernes, 7 de junio de 2013


En plena oleada de noticias sobre la posible violación de la seguridad mundial que supuestamente va a causar la tecnología de impresión 3D si nadie lo remedia, al tener la capacidad de imprimir en 3D armas que escapan a los controles de los países, nos sorprenden noticias que anuncian que si éstas son usadas en la dirección opuesta, podemos conseguir lo contrario, sistemas de seguridad e investigaciones más precisos.





El Departamento de Policía Metropolitana de Tokio ha utilizado una impresora 3D para investigar algo más acerca de crímenes que se han producido. Con ayuda de las máquinas de impresión 3D, estudian y reproducen la escena donde ha tenido lugar el crimen y ello aporta algo de claridad al proceso de seguimiento que los especialistas en seguridad hacen de lo sucedido.

Según el Departamento de Policía, reproducir en 3D la escena donde ha tenido lugar un crimen proporciona detalles más reales como la disposición de muebles o trayectoria de la acción, detalles que las reproducciones utilizadas hasta ahora, siempre fotografías y planos, no aportan con la misma claridad visual.

La utilización de impresoras 3D en el campo de la investigación policial se viene haciendo desde hace algún tiempo y concretamente, en el Departamento de Policía Metropolitana de Tokio se introdujo hace algunos años, en el 2010. Desde entonces hasta ahora, su función ha sido clara y resolutiva, imprimir pruebas de casos particulares, como el cráneo de una víctima cuando se produce un asesinato.

Pero no es éste el único caso donde las impresoras 3D están presentes para facilitar investigaciones. La Universidad de Alabama en Birmingham es otro ejemplo que ha apostado por el desarrollo de la impresión 3D en este campo y con ayuda de éstas reprodujeron una huella.

La tecnología de impresión 3D es utilizada en amplia medida en este campo, pues antes de reproducir una escena, una huella, un cráneo o una bala, las escenas o las pruebas originales son sometidas a análisis mediante el uso de escáner 3D para luego imprimir.

Esto es un ejemplo más de cómo la impresión 3D puede ser aplicada a todos los campos, aunque algunos ya debían vaticinar hace años las posibilidades que ofrecían estos aparatos, pues esto de que las impresoras 3D sean utilizadas en investigaciones criminales no es tan reciente y en el año 2004, CSI Nueva York hacía un guiño a esta tecnología en uno de sus episodios.


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